Tú, con la Iglesia católica allí, puedes contribuir a sanarlas. ¡Ayúdales, no les olvides!
Si en los comienzos de la guerra, las parroquias y conventos se abrieron para acoger a los desplazados, ahora las iglesias se han transformado en lugares donde llorar y sanar. Dos años después de la invasión rusa, la Iglesia ucraniana enfrenta la emergencia de curar las heridas y el trauma. Mons. Schevchuk destaca la importancia de no olvidar a Ucrania, cuyo futuro está vinculado a superar el trauma de la guerra.
“Sin los sacerdotes, sin mi comunidad, no estaría en pie”
Perdió a su marido por un misil ruso en el Donbas. Él quiso unirse al ejército de manera voluntaria para defender a su país y la libertad. Ella cuida a su hijo de cinco años y aún no ha conseguido un trabajo por el trauma que padece. Su hija mayor, de 16 años, ha decidido alistarse también voluntariamente, como su padre, para luchar por su nación. Olga casi no sonríe, pero reconoce que su estabilidad psicológica y espiritual depende en gran medida de su sacerdote, un capellán castrense que se dedica al cuidado de las viudas.
A pesar del dolor indescriptible los cristianos de Ucrania son ejemplo de fe y resistencia ante la situación traumática que les está tocando vivir. Sacerdotes, religiosas, seminaristas y jóvenes te transmiten en primera persona, en estos vídeos, lo imprescindible y esperanzador que resulta para ellos que tú les ayudes.
El dolor de las viudas, de las madres, de los niños es indescriptible. No hay persona que no haya perdido a su marido, a un hijo, a su padre, a un hermano, a un íntimo amigo, en estos dos años de guerra. Cuánta gente tiene a los suyos batallando en el frente. Cuántos se encuentran en paradero desconocido y cuántos cuerpos sin vida no recuperados… La Iglesia, tú lo sabes bien: siempre con los que más sufren. Pero te necesita para continuar.
Tú puedes contribuir a sanar las heridas del pueblo ucraniano, apoyando proyectos como estos:
“Los momentos de mayor dolor, son aquellos de mayor conversión. Y sólo el amor auténtico del Señor hace que no nos agotemos y nos dejemos abrazar por Él”.
Cientos de religiosos y sacerdotes siguen sirviendo a los más pobres y abandonados de Ucrania. La guerra no acaba… pero la caridad de la Iglesia allí, tampoco tiene fin. Ayúdales. No les olvides.
Tú puedes sostener a sacerdotes y congregaciones que acogen a familias, apoyando proyectos como estos:
Los 522 jóvenes que continúan en los seminarios de Ucrania serán los futuros sacerdotes de este país tan herido en los años venideros. Hoy van a las parroquias, para escuchar y acompañar en el sufrimiento a las familias. “Este horror ha contribuido a mi vocación”, responde Oleh, uno de ellos. No se reduce el número de vocaciones pero las familias no pueden hacerse cargo de los gastos que conlleva la formación de estos chicos. ¡Te necesitan para seguir formándose!
Tú puedes sostener a sacerdotes y congregaciones que acogen a familias, apoyando proyectos como estos:
Ellos rezan todos los días por todos los que les ayudáis a convertirse en los futuros sacerdotes de este país que se desangra. Ayúdales para que ninguna vocación se pierda por falta de medios.
Sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos tienen claro que están donde tienen que estar, que hoy más que nunca deben permanecer en el país y abordar este sufrimiento tan profundo, con apoyo espiritual y psicológico a la gente. Piensan especialmente en los jóvenes, que son el futuro de Ucrania y que crecen en medio de semejante desastre humanitario, violencia y pérdidas personales.
¡Cuentan contigo!
Dios, Todopoderoso, querido Padre de todos:
Unidos como hermanos, te pedimos hoy por la paz en Ucrania,
que sufre la barbarie de la guerra.
Da luz a los que tienen el poder de frenar tanta violencia,
por encima de sus intereses partidistas.
Ten piedad de los más indefensos,
de tantas vidas humanas inocentes.
Que los más vulnerables sientan Tu abrazo
a través de los sacerdotes, religiosas y laicos
que forman la Iglesia en Ucrania.
A estos, dales la fuerza y la gracia para ser consuelo y esperanza
en estos momentos de tanta sinrazón y sufrimiento.
María, Madre de Dios y Madre nuestra, Reina de la paz,
intercede por Ucrania, por Europa y por el mundo entero. Amén.
Aplicar medidas de seguridad en sus edificios son básicas para tratar de evitar atentados y el asalto de terroristas. El coche es el medio más seguro para los sacerdotes en sus desplazamientos pastorales, que son víctimas cada vez más frecuentes de secuestros y asesinatos.
La Iglesia en Nigeria necesita tu apoyo para financiar proyectos como estos:
Contigo la Iglesia en Nigeria podrá llevar a cabo su misión con más seguridad
Los sacerdotes necesitan permanecer fuertes en la fe y superar situaciones traumáticas que han vivido en sus propias carnes. Necesitan también prepararse para ayudar a otras víctimas que necesitan perdonar y recomponer sus vidas.
Tú puedes hacerlo posible apoyando proyectos como estos:
Ayudando a estos sacerdotes, ayudas a miles de víctimas que podrán ser acompañadas por ellos.
Tienen clarísima su vocación, pero te necesitan para hacer frente económicamente a sus años en el seminario.
Serán los sacerdotes del mañana si apoyas ahora proyectos como estos:
La formación, un buen discernimiento y tu ayuda son clave para que los futuros sacerdotes finalicen con éxito sus estudios.
Los cristianos de Nigeria sufren en sus carnes la barbarie hasta límites indescriptibles. No es fácil para los que sobreviven, dejar atrás un pasado tan amargo y recomponer sus almas rotas de dolor. Unos aseguran que sólo perdonando y con la ayuda de Dios y de la Iglesia han podido comenzar de cero. Otros están aún en proceso de sanar y recomenzar. Todos necesitan tu apoyo generoso para continuar por el buen camino.
Rescatada de la muerte y la desesperación
Janada Marcus
“Estoy feliz ahora que he aprendido el arte del perdón. He olvidado y he seguido adelante”
(56 años), víctima de Boko Haram
James John Maidugu
(36 años), madre de familia
Maryamu Ishaya
“Puedo leer, escribir, hablar inglés y comer tres veces al día, gracias a los benefactores de ACN”
La Iglesia en Nigeria necesita medidas de protección frente a atentados, secuestros y asaltos de terroristas. Con tu ayuda podrán contar con cámaras de vigilancia y muros protectores en el exterior de sus iglesias. Los sacerdotes también necesitan coches para desplazarse a diario con más seguridad. Solo así podrán atender psicológica y espiritualmente a miles de personas traumatizadas por la violencia.
Contigo, los sacerdotes y religiosas llevarán a cabo su misión con más seguridad.
A medida que el nivel de violencia contra los cristianos crece en Nigeria, aumenta también la entrega de los sacerdotes y las religiosas. Se juegan la vida cada día por llevar a Cristo a miles de personas traumatizadas por la violencia. No se van a rendir pero te necesitan para sobrevivir y para contar con la formación psicológica y espiritual para socorrer a su pueblo tan herido.
Si ayudas a estos sacerdotes, sanarás los corazones de su pueblo herido
Nigeria es el país de África con mayor número de seminaristas. Cientos de ellos sufren a diario la persecución y la falta de medios para estudiar. Estos jóvenes valientes te necesitan para hacer frente a su manutención y a su formación en el seminario. Con tu ayuda, serán en el futuro, sacerdotes fieles y valientes para la Iglesia mártir de Nigeria.
A pesar de la persecución, las vocaciones siguen floreciendo
¡Contamos contigo para sostener a los seminaristas de Nigeria!
Tu ayuda es fundamental para seguir ayudando a la evangelización en todo el mundo.
* Estos son algunos de los proyectos de ayuda. En caso de que se supere el objetivo de recaudación para cada uno de ellos, tu generosa aportación se destinaría a proyectos pastorales similares.