ACN.- Según se ha sabido, más de cien iglesias, conventos, escuelas eclesiásticas y otras instituciones necesitan ser reparados a raíz de la explosión del 4 de agosto. En breve, un equipo de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) visitará la capital libanesa para evaluar los daños y preparar proyectos con vistas a elaborar un plan de ayuda pastoral antes de que llegue el invierno.
Esta ayuda se sumará a los 250.000 euros de ayuda de emergencia proporcionados por la fundación a los pocos días de la explosión, destinados a paquetes de alimentos y otros productos urgentes para casi 6.000 de las familias más gravemente afectadas por la catástrofe.Reparto de cajas de alimentos en una iglesia sirio católica de Beirut. (ACN)
Regina Lynch, directora del departamento de proyectos de ACN, ha señalado:
“Existe un temor real a que se produzca un éxodo de cristianos”.
Lynch ha subrayado que el barrio cristiano de Beirut ha sufrido en gran medida las consecuencias de la explosión, por lo que la comunidad cristiana necesita tener la garantía de que existe un plan para reconstruir sus estructuras. Así, en palabras de Lynch, estos fieles podrán continuar desempeñando su “papel vital de constructores de puentes” entre los musulmanes suníes y chiíes.
Asimismo, Lynch ha hecho hincapié en la necesidad de apoyar a los numerosos conventos y demás instituciones religiosas que han sufrido daños y que gestionan escuelas, hospitales, clínicas y demás centros de asistencia social, en Beirut y en el resto del Líbano. Lynch ha asegurado: “Lo que ocurrió el 4 de agosto podría ser la gota que colma el vaso: podría hacer que los cristianos preocupados por el deterioro de la situación económica y política pierdan la paciencia y consideren que la única manera de asegurar a sus familias un futuro mejor sea la de comenzar una nueva vida en otro lugar. Nosotros queremos mostrarles mediante nuestra ayuda que hay un futuro para ellos en este país que, durante tanto tiempo, ha sido un faro del cristianismo incluso más allá del Oriente Próximo”.
ACN está coordinando su ayuda a Beirut con otras organizaciones católicas, cada una de la cual tomará responsabilidad sobre determinadas áreas de apoyo; reconstrucción de casas, educación, asistencia médica e infraestructuras. 300.000 familias han resultado desplazadas en Beirut a causa de la explosión. Regina Lynch ha subrayado la necesidad de proveer una asistencia de emergencia continuada, añadiendo que llevará un tiempo reparar todos los hogares destruidos.
Lynch también ha dado las gracias a los benefactores de ACN por su apoyo: “Realmente, nos sentimos abrumados por la compasión y generosidad de tanta, tantísima gente que ha reaccionado con prontitud ante la necesidad de los que sufren en Beirut. Por otro lado, los mensajes que venimos recibiendo de aquellos a los que estamos ayudando en Beirut dejan clara su gratitud hacia los benefactores. El mensaje ha quedado claro: los que sufren no están solos”.
El papa Francisco ha invitado a una jornada de oración y ayuno por el Líbano para este viernes, 4 de septiembre, Regina Lynch ha instado a todos a participar.