Los cristianos libaneses son fuente de esperanza para sacar adelante el país y las jóvenes generaciones son la clave de ese futuro. Su permanencia en Líbano es fundamental y, para ello, su formación espiritual es esencial para llevar la luz a tantas personas que sufren.
Los jóvenes libaneses transmiten esa mezcla de frescura y positividad que el país, sumido en una profunda crisis, necesita. Pese a que la dramática situación les invita a abandonar el país para buscar salidas mejores fuera de sus fronteras, muchos jóvenes cristianos han decidido quedarse para arrimar el hombro y sacar adelante su patria.
Es el caso de John Khourry, un joven que no se lo pensó dos veces después de la tragedia de la explosión del 4 de agosto, e ideó nuevas formas de ayudar a tantos paisanos suyos que se habían quedado sin nada: “Decidí hacer algo, ser su apoyo y darles esperanza. Ante esta situación en el país, necesitamos una pequeña vela en la oscuridad”. John prepara paquetes de comida e imparte clases on line de árabe a personas de todo el mundo con las que obtener algún ingreso que destinar a las necesidades de las familias más pobres de su parroquia. La necesidad que percibe a su alrededor y su profundo amor a los demás son los únicos ingredientes necesarios para agudizar su ingenio en este tiempo de crisis.
La creatividad del amor
Pero sin su fe en Dios, todo este empeño por salir adelante no hubiera sido posible. John agradece el apoyo espiritual que recibe de la Iglesia y reconoce sonriente que los materiales catequéticos son indispensables para seguir creciendo en su formación espiritual. “Estamos formados en cómo servir, cómo amar, cómo actuar cuando hay una necesidad, por los libros para jóvenes que nos llegan desde Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN): el YouCat (catecismo de la Iglesia católica) y el DoCat (doctrina social de la Iglesia)”.
Aunque el sufrimiento que está viviendo es grande, mira con esperanza hacia el futuro: “Esta es la revolución de las generaciones más jóvenes. Porque miramos a Jesús, Él nunca defraudó a la gente”. Como él, son muchos los jóvenes cristianos que gracias a tu ayuda, pueden seguir adelante con su formación y su acompañamiento espiritual, más importante que nunca en momentos como este.
Además, sabe que no sólo es bueno para él sino que esta instrucción les permite ser luz y aliento para tantos otros libaneses que están atravesando momentos especialmente duros. “Cuando mires a las personas y veas tristeza en su corazón y en sus ojos, trata de hacer algo, trata de darles esperanza”.
Además de la formación de laicos y de seminaristas, ACN, contigo, quiere apoyar el sostenimiento de sacerdotes en Líbano, a través de estipendios de Misa. Se necesitan 122.000 euros para desarrollar proyectos de ayuda pastoral. El acompañamiento espiritual es clave para su permanencia en Líbano.