ACN.- Reinhard Backes es el responsable de proyectos de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) en Líbano y Oriente Medio. Tras producirse la explosión del puerto de Beirut, el pasado 4 de agosto, Backes ha viajado hasta la zona para conocer de cerca las necesidades de la Iglesia local.
Cuenta a ACN la importancia de los cristianos libaneses para su país y toda la región y refuerza el compromiso de esta institución con un país duramente castigado por una enorme crisis económica, política y social, a la que se ha sumado una de las peores catástrofes de la historia.
¿Cómo es la situación en el Líbano?
El pueblo libanés y especialmente los cristianos -porque sus barrios han sido los más afectados por la explosión- están sufriendo mucho. Hay diferentes razones para ello:
1. La moneda local se está devaluando día tras día debido a la crisis económica que comenzó el año pasado.
2. Los daños son terribles, también las consecuencias para cientos de miles de personas que han perdido sus casas.
3. La crisis política -una mezcla de corrupción, despotismo, ignorancia, incompetencia e influencia de potencias extranjeras- está paralizando a la gente y al país.
¿Cuál ha sido la intención de la visita?
Obtener una visión general de la situación y calcular el apoyo de ACN para los próximos meses. Hemos visitado 23 lugares -iglesias, conventos, monasterios y otros edificios eclesiásticos- muy dañados por la explosión. Y nos hemos reunido con 7 (arz)obispos de diferentes ritos y denominaciones, así como con el nuncio en Beirut, el arzobispo Joseph Spiteri.
¿Cuál fue el momento más emocionante del viaje?
¡El encuentro con jóvenes católicos que no están dispuestos a rendirse! Todos ellos han perdido a amigos a raíz de la explosión y conocen a gente que se ha quedado sin nada. Me ha inspirado mucho el ejemplo y la voluntad de mucha, mucha gente, especialmente los jóvenes, de ayudar a los más afectados por la explosión, de limpiar las calles, etc. Otro momento muy emotivo fue la visita a las familias pobres de libaneses y refugiados sirios en Beirut y Zahlé.
¿Podría darnos un ejemplo de algo que le haya impresionado?
El encuentro con Georges, padre de 4 hijos, que ha tenido que dejar el Líbano y mudarse a Dubai porque en su país ya no puede mantener a su familia económicamente. Fue desgarrador.
¿Cuál ha sido el mensaje de nuestros colaboradores?
Aunque los cristianos libaneses son generosos, esto es demasiado para ellos solos. El país lleva años en serio declive económico y la gente ya estaba luchando por sobrevivir antes de la explosión. Confían en nuestra ayuda, tanto espiritual como económica.
¿Por qué debería ACN apoyar al Líbano?
El Líbano es el último país de Oriente Próximo con una importante presencia de cristianos, también se ha convertido en un lugar de refugio para cristianos de otros países de Oriente Próximo como Siria e Iraq. Los cristianos libaneses son muy respetados en su sociedad y las escuelas cristianas son muy apreciadas por personas de todos los credos. Son un puente entre los diferentes grupos del país. Sin embargo, con el deterioro de la situación política y económica de los últimos años, muchos cristianos hablan de irse, aunque lo hacen con el corazón apesadumbrado. Es el deber de ACN infundirles nuevas esperanzas y ofrecerles una perspectiva de futuro para que se queden en este hermoso país. Y la Iglesia, que es un elemento central en sus vidas, también necesita ser fortalecida.
¿Cuáles son los próximos pasos de ACN?
Hemos preparado un paquete de ayuda de 2 millones de euros. El objetivo es, en primer lugar, ayudar a reparar los edificios que necesitan ser acondicionados antes de que llegue el invierno. Se trata principalmente de reemplazar los tejados, puertas y ventanas de los conventos, iglesias y algunas salas o edificios administrativos eclesiales. Un ingeniero, que ya ha sido de gran ayuda en nuestros proyectos de construcción de Irak, me acompañó a Beirut donde pudo hablar con los arquitectos e ingenieros sobre el terreno. Esto fue muy útil y extremadamente importante.
¿Quiénes son nuestros colaboradores sobre el terreno?
Nuestros socios de proyectos son los obispos, sacerdotes y religiosas cuyos edificios han sido dañados por la explosión. La Iglesia maronita es la más grande del distrito pero muchos edificios de otros ritos (por ejemplo, el greco-católico y el latino) y de la Iglesia ortodoxa también han sufrido daños. Para repararlos necesitan nuestra ayuda.